El verano o quizá media jornada -compaginándolo con los estudios- son algunos de los periodos en los que los universitarios empiezan a tomar los primeros contactos con la vida laboral. Las prácticas, remuneradas o no, son una oportunidad para darse a conocer y, si la cosa sale bien, tener la posibilidad de quedarse en una empresa determinada.
En el sector de la comunicación la situación de crisis afecta tanto como a cualquier otro: el cierre de CNN+ en diciembre con el despido de 200 trabajadores; los 89 de Cuatro y CINTV; el expediente de regulación de empleo del grupo PRISA...malas noticias para los futuros comunicadores de este país. Es por ello que cobran tanta importancia los primeros empleos, para estar cuanto antes integrado en la profesión que se desea en el futuro. Los idiomas son muy importantes y también el diferenciarse del resto: “aportar algo que te haga distinto, que los demás no tengan”, recomiendan desde la Asociación de Prensa de Madrid. Una buena formación, interés e ilusión por aprender son otros de los requisitos para aprovechar y disfrutar de las prácticas.
Estos meses de aprendizaje son la mejor forma de hacer uso de los conocimientos adquiridos durante los cinco años de carrera. En ocasiones, estos periodistas ‘en potencia’ desempeñan las mismas tareas que los consolidados. Resultan más baratos, materias primas todavía que algún día se convertirán en algo más elaborado. Aunque lo justo sería que todas aportasen un sueldo al estudiante, algunas no lo cumplen, pero tal y como está el panorama al menos, como dicen, sirven para “rellenar currículum”.