No podía ser de otra manera. Después de las navidades, y del frío que ha hecho en la ciudad, ¡ayer por fin nevó! Un gran acontecimiento teniendo en cuenta lo poco acostumbrados que estamos los madrileños a que esto ocurra. La última vez que pasó fue hace tres años, y no es que fuera gran cosa. Normalmente no llega a una cantidad suficiente como para poder disfrutar del paisaje. Ayer tuvimos suerte.
En esta ocasión si íbamos a poder aprovechar.
Los que acudimos al trabajo o a la universidad en transporte público no notamos mucho el problema, pero los que utilizan vehículo propio si se vieron afectados por la nieve, que impedía que la circulación avanzase y, en muchos casos, retrasaba de manera notable a los ciudadanos que se desplazaban por carretera.
Autobuses que no realizaban su recorrido, aviones que no salían, carreteras cortadas... esa fue la parte negativa de la jornada.
Incluso en los centros de estudio se echó el cierre.
Estudiantes que se encontraban en la biblioteca, tuvieron que marcharse de allí debido al cierre imprevisible de las instalaciones de los campus. Los universitarios que cursan sus estudios en el turno de tarde no tuvieron clase.
Este era el paisaje que vimos los estudiantes de la universidad de Fuenlabrada.
A primera hora no se apreciaba mucho movimiento por la zona, todo estaba tranquilo, puesto que las clases funcionaban más o menos con normalidad. Pero a medida que avanzaba la mañana fueron más los estudiantes que pudieron disfrutar de la nieve, debido al cierre del campus.
Muñecos de nieve de todos los tamaños y modelos, guerras de bolas por donde quiera que pasases... ¡cómo niños! Había que aprovechar, ¡un panorama así no se encuentra aquí todos los días!
Incluso si aún no habías conseguido ver a una de las famosas liebres que circulan por el campus, este era el día apropiado. Entre tanto blanco, de vez en cuando se veía un animalito marrón que se dirigía corriendo de un lado para otro.
Pero a pesar del frío y las bajas temperaturas que caracterizan a Fuenlabrada, -al menos en la universidad-, no fue el único sitio que vio teñido de blanco sus extensiones.
Y es que aunque toda la capital – y otros muchos lugares de España- apareció nevada, una de las zonas que más se ‘inundó’ de nieve fue sin duda el Corredor del Henares. Como se puede comprobar en las fotos, la espesura que llegó a tener en zonas como ésta, San Fernando de Henares, era muy abundante.
El paisaje que se encontraba allí era muy diferente al que se acostumbra a ver. Los copos siguieron cayendo, aunque no siempre con fuerte intensidad, hasta la noche. Lo suficiente para que la nieve se mantuviese.
Los vecinos de la zona pueden estar contentos. Después del día de ayer, hoy aún quedan restos de nieve congelados, que se resisten a marchar. Aunque el sol ha salido y la nieve poco a poco se va derritiendo, todavía puede verse un paisaje nevado, que no se sabe con certeza lo que se mantendrá.
Pero sino, nos conformarnos con las imágenes que nos recuerdan lo que ayer vivimos. Sólo nos queda desear que no tengamos que esperar tanto para la próxima nevada.
1 comentario:
Ya se echaban de menos tus artículos. Sobre todo si en ellos hablas de las liebres de nuestro campus, ¡jajaja!
¡Y las fotos son geniales! =P
Beeeesos. :**
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